Es probable que hayas escuchado este término en el ámbito financiero y te hayas preguntado ¿qué es un periodo de gracia y para qué sirve?
El periodo de gracia, cuando se trata de préstamos, es un lapso de tiempo donde no debes cumplir con tus compromisos de pago. Es decir, en ese periodo de gracia o carencia no tendrás que pagar tus cuotas.
Por lo general, es muy común que las empresas de préstamos utilicen estos periodos de gracia (también conocidos como periodos de carencia) como una forma de atraer clientes. Sin embargo, este término va más allá de una oferta. A continuación explicaremos su funcionamiento.
Periodo de gracia en un préstamo
Cuando realizas la solicitud de un préstamo lo primero que debes hacer es firmar un contrato. En él se establecen las condiciones y los términos del financiamiento.
Dentro de las cláusulas del convenio debe establecerse el periodo de carencia, el cual es el lapso de tiempo donde no deberás pagar el total o parte de las cuotas de tu financiamiento.
Por ejemplo, cuando pides un crédito para comprar un coche, es posible que la entidad te ofrezca que solicites tu crédito hoy y comiences pagar en dos meses. Esos dos meses vendrían siendo el periodo de gracia.
La gracia de un préstamo puede ser:
Gracia total de un préstamo
En esta forma una vez que solicites el periodo de carencia, no deberás cumplir con el pago de tus cuotas ni intereses por un tiempo determinado.
Este tiempo por lo general, es establecido previamente en el contrato como parte del convenio de pago y puede ser desde pocos días, hasta algunos meses.
Gracia parcial de un préstamo
Esta alternativa te permite, pagar durante este periodo de gracia solo parte de tus compromisos financieros. Por ejemplo, pagar solo los intereses de tu financiamiento por un tiempo determinado.
Es una alternativa conveniente para quienes enfrentan situaciones transitorias, donde es más ventajoso el pago de una cuota más baja.
Cuándo y cómo pedir un periodo de gracia
Puedes solicitar un periodo de carencia en un préstamo hipotecario o de consumo, en el momento que atravieses por un desequilibrio financiero momentáneo, o cuando necesites destinar el dinero a otros compromisos.
Por ejemplo, cuando compras un inmueble a crédito es común solicitar el periodo de gracia al principio, con el fin de poder cubrir las remodelaciones del hogar.
Para pedir un periodo de gracia, todo dependerá de la entidad de crédito y de las condiciones del financiamiento establecidas en el contrato.
Por lo general, este periodo se solicita al principio, aunque algunas empresas te dan la libertad de pedirlo en cualquier momento, siempre y cuando informes a la entidad que deseas comenzar con el plazo de gracia.